Seguramente una de las cepas tintas que más has escuchado: Cabernet Sauvignon. Esta es la variedad de uvas para vinificar más plantada y consumida en el mundo. Una de las razones del gran éxito de esta emblemática en los viñedos del mundo es la relativa facilidad que muestra en su crecimiento además de su resistencia a los extremos de frío y calor. Uno de los motivos es por el grosor en la piel de su uva: pequeña y negro azulado.

Te presentamos algunas características que lo hacen tan especial:

Es de origen francés
El origen de la cepa de la uva Cabernet Sauvignon es francés, específicamente de la región vitivinícola de Burdeos en la zona de Medoc y desde ahí se vendió al resto del mundo. Nació como resultado del cruce entre la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc.

La cepa tinta más conocida
Se le conoce como la reina de las cepas tintas por su fácil cultivo, adaptable a una gran variedad de suelos y climas. Por esta razón, pudo extenderse desde Europa al resto de los países.

Aromas incomparables
Este vino tiene un tono rojo intenso en la copa y destaca por tener aromas frutales, florales y herbales. Estos se hacen más complejos con la guarda por ello se dice que el vino Cabernet Sauvignon es uno de los más aptos para el envejecimiento.

Es una variedad ideal para lograr excelentes blend.
Por su cuerpo robusto y taninos firmes, es una variedad muy usada para blends o mezclas con otras cepas.

Perfecto para acompañarlo con comidas con cuerpo
El Cabernet Sauvignon debe ir acompañado idealmente con comidas con cuerpo y con algún porcentaje de grasa, y es perfecto para acompañar carnes a las brasas, platos condimentados, guisos, quesos maduros, estofados de carne de res y cordero.