Syrah, también conocida como shiraz, es una uva tinta que se cultiva en todo el mundo y se usa sobre todo para producir vinos tintos tanto monovarietal como ensamblajes donde aporta color, aromas y estructura.

El origen de esta uva es muy incierto, ya que algunos estudiosos sostienen que proviene de Persia (Irán), donde hay un pueblo que lleva exactamente el mismo nombre. Otros en cambio dicen que la procedencia es de Sicilia.

El estilo y el perfil de sabores de los vinos hechos de Syrah está influenciado por el clima donde se cultivaron las uvas.

Si hay una palabra que define a esta cepa es la versatilidad, siendo una variedad que cambia y se transforma completamente en función de su terroir. En climas tibios, tales como Colchagua, genera vinos grandes y vigorosos, más consistentes, con cuerpo completo, taninos más suaves y notas a fruta, mermelada, especias, anís y tierra.

En climas más fríos tales como San Antonio, Leyda o Elqui, se transforma sublimemente en vinos más complejos de cuerpo medio-completo y con niveles medio-altos de taninos, así como sabores a mora, menta y pimienta negra.

El vino Syrah es una excelente opción para combinar platos con carnes rojas y de caza (por ejemplo; ciervo o conejo), carne de pavo y cerdos. También es ideal para el maridaje de comidas especiadas, fiambres y quesos como Roquefort.

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